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Preguntas frecuentes

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Hábitos orales

Los hábitos que alteran la oclusión con mayor frecuencia son la deglución infantil persistente (hábito de lengua), la succión del pulgar y la respiración oral. La interposición del labio inferior, la onicofagia (morderse las uñas) y ciertos hábitos posturales anormales tienen efectos negativos en los dientes sobre el desarrollo dentofacial.

 

- Chuparse el dedo.

- Respirar por la boca.

- Hábito de lengua.

- Morderse las uñas.

- Succión del pulgar u otros dedos.

 

La succión persistente del pulgar u otros dedos es una causa de preocupación para los padres y el origen de muchas preguntas al Odontopediatra: ¿ Es verdaderamente perjudicial para el niño chuparse el dedo?, ¿ Hasta qué edad se puede considerar este hábito normal?, ¿Tienen que ver con el tipo de lactancia? ¿Cuáles son sus repercusiones y hasta que punto son reversibles espontáneamente?.

 

En general los niños usan el hábito como forma de atraer la atención y si esta atención se les presta con una actitud positiva, los resultados pueden ser muy buenos.

 

Como en todos los hábitos anormales las repercusiones que la succión del pulgar tienen sobre las estructuras dentofaciales dependerá de la cronología, intensidad, duración y frecuencia del hábito.

 

En general chuparse el dedo durante los 1eros. 18 meses no implica ningún riesgo para la dentición y debería considerarse casi fisiológico.

 

Entre los 18 meses y 4 años el daño se limita al segmento anterior: los dientes sobresalen ligeramente y la mordida se abre.

Cuando el hábito persiste más de los 4 años con intensidad y frecuencia significativas los incisivos inferiores empiezan a inclinarse hacia atrás, el labio inferior se interpone entre ellos y los superiores, la lengua se introduce a su vez entre las 2 arcadas manteniendo el cículo vicioso de la mordida abierta. A estas edades se recomienda la valoración del Odontopediatra.

 

 

Respiración oral

La respiración oral es un hábito que modifica enormemente el equilibrio funcional en las estructuras de la base (adenoides, amígdalas, rinitis alérgica, hipertrofia de cornetes etc.)

 

La presencia de este hábito causa protución de la arcada superior colapso del maxilar superior (se angosta) mordida abierta y muchos otros problemas que deben ser diagnosticados por el Odontopediatra, el Ortodoncista y el Otorrinolaringólogo. Con el fin de decidir entre todos el tratamiento más adecuado para este problema.

 

Hábito de lengua

Es sumamente importante para conservar en buen estado nuestros dientes durante el resto de nuestra vida, por lo que recomendamos cinco puntos importantes:

- Ingestión de flúor durante el período de formación y maduración dentaria (12 primeros años de vida del niño). Consultar a su Odontopediatra.

- Cepillarse los dientes después de cada alimento y utilizar hilo dental.

- Colocación de selladores de fosetas y fisuras en piezas no cariadas.

- Evitar comer alimentos chatarra (carbohidratos y almidones) entre comidas.

- Revisión cada 6 meses con su Odontopediatra para limpieza, aplicación tópica de flúor, técnica de cepillado y análisis y control de dieta.

- Los selladores de fosetas y fisuras son una resina líquida que se endurece(polimeriza) con luz halógena y se coloca sobre las superficies rugosas (caras masticatorias) de los molares temporales, premolares y molares permanentes donde no existía caries.

 

Guía para el cuidado de los dientes de sus hijos

Los primeros 3 años de vida de un niño son cruciales para el desarrollo de unos dientes permanentes, fuertes y encías saludables.

Los dientes de los niños comienzan a formarse muy temprano durante el embarazo de la madre (aproximadamente a la sexta semana). Es entonces cuando deben de iniciarse los cuidados. La siguiente información es una guía para introducir al niño el odontopediatra (dentista especialista en niños).

Cuidado de los dientes durante el embarazo.
Durante el embarazo es aconsejable que la madre ingiera alimentos que tengan altas cantidades de fósforo y calcio, así como también alimentos ricos en vitaminas (A, C, D); esto le asegurará, tanto a usted como a su bebé, dientes más sanos.

A partir de la sexta semana de vida intrauterina, los dientes de leche comienzan su formación; ésta termina al momento del nacimiento. Así mismo hay que hacer notar que los dientes permanentes también comienzan a formarse a esta edad.


 

Síndrome del biberón

El síndrome del biberón ocurre cuando los dientes anteriores superiores de los niños empiezan a picarse y desmoronarse debido al efecto que tiene el ácido sobre ellos. Estos ácidos provienen de líquidos tales como jugos de frutas endulzados, refrescos y leche. Las bacterias presentes normalmente el la boca convierten estos azúcares en ácidos, lo cual puede picar los dientes.

 

El mayor daño causado por estas bacterias es cuando se le da el biberón al niño para que se pueda dormir, ya que tanto el flujo de saliva como el efecto protector de la misma se reduce cuando el niño está dormido. Las caries aparecerán primero como lesiones o puntos blancos que cambian gradualmente del amarillo al café.

 

Un momento oportuno para revisar los dientes del bebé es cuando se le están cambiando los pañales. Simplemente incline la cabeza del bebé hacia atrás para que pueda ver dentro de su boca.

Si el síndrome del biberón es detectado oportunamente, el odontopediatra será capaz de prevenir mayores a los dientes. Si los dientes están muy dañados será necesario arreglarlos o reemplazarlos en caso de pérdida. Esto deberá llevarse acabo con el propósito de prevenir una infección en los dientes de leche y consecuentemente un daño a los permanentes que se 
están formando.

 

** NO PONGA LIQUIDOS ENDULZADOS O LECHE EL BIBERÓN SI SE LO VA A DAR AL NIÑO PARA AYUDARLO A DORMIR **

 

Erupción dental

Los primeros signos de que los dientes de su niño van a salir son las encías inflamadas y rojas, salivación excesiva y falta de sueño durante la noche.

En estos casos se recomienda aplicar hielo a las encías o bien un instrumento de hule para que el niño dé masaje a sus encías y de esta forma disminuya el malestar. Si un niño presenta fiebre, diarrea o si usted está considerando utilizar un anestésico tópico al momento de surgir los dientes, le sugerimos primero consultarlo primero con el odontopediatra.

 

Por qué el cuidado de los dientes de leche

Los dientes de leche son importantes para la masticación, lenguaje, guardar espacio para los dientes permanentes, así como el crecimiento y desarrollo de sus maxilares y fines estéticos.

Los dientes de leche deben de limpiarse una vez que aparecen por primera vez en la boca. Esto puede llevarse acabo con una gasa o cepillo de dedal para evitar que se forme la placa dentobacteriana, por lo tanto el cepillado de los dientes, en los años preescolares y hasta que los niños tengan 7 años de edad, debe ser supervisado por los padres.

 

Qué son dientes sanos

Los dientes sanos son los que permanecen sin dolor o problema durante toda la vida. ¡Si! Quizás en su infancia usted no tuvo las cosas necesarias para tener dientes sanos. Quizás no se cepillaba los dientes todos los días. Quizás no visitaba al odontopediatra frecuentemente. Quizás no tenía una dieta adecuada para tener dientes sanos.

Pero su niño si puede tener dientes sanos con la ayuda de usted.

 

Cómo debe empezar

Ahora mismo. Dicen los odontopediatras que uno debe empezar a cuidar los dientes de su niño cuando le salen los dientes de leche. Generalmente el niño tiene todo sus dientes de leche al la edad de dos años y medio.

 

Por qué debemos preocuparnos por los dientes de leche si se van a caer de todos modos

Hasta la edad de 11 ó 12 años, su niño retiene algunos dientes de leche. Durante estos años usted quiere mantener los dientes de su hija o hijo en la mejor condición posible. No solamente eso; si el niño pierde sus dientes de leche desde temprana edad, los que le quedan pueden juntarse y eso puede provocar que sus dientes crezcan torcidos o uno encima de otro.

Hay también otra buena razón. Si el niño aprende a cuidar bien sus dientes ahora, es probable que los cuidará así durante toda su vida.

Así puede evitar muchos problemas más tarde. Usted puede ayudarle a evitar esos problemas.

 

Cómo puedo ayudar a mi hijo

Hay nueve cosas importantísimas que puede hacer para que sus hijos tengan dientes sanos ahora y durante toda su vida.

- Dele un buen ejemplo asistiendo semestralmente a sus revisiones periódicas.

- Seleccione un cepillo de dientes apropiado para la edad del niño. El cepillo debe ser de cabeza pequeña y cerdas suaves.

- Pasta de dientes: Pequeña cantidad de pasta con fluoruro.

- Haga que se cepille los dientes por lo menos 3 veces al día. Es mejor después de cada comida. 
- Posición para el cepillado: Colóquese usted detrás del niño e incline su cabeza hacia atrás. Con una mano mantenga su boca abierta y con la otra cepille los dientes, trate de hacerlo frente a un espejo para que el niño lo imite.

- Uso del hilo dental una vez al día. Los niños deben usar el hilo dental más finito.

- Dele alimentos que sean buenos para los dientes. No le permita que como muchos dulces u otras cosas con azúcar sobretodo entre comidas. Pero cuando coma dulces, recuérdele que debe cepillarse los dientes después.

- Es importante que usted revise periódicamente la boca de sus hijos, si llega a encontrar algo anormal comuníquese con su odontopediatra. Por ejemplo: los golpes en los dientes de los niños pueden pasar desapercibidos hasta que se dé un cambio de coloración del diente o se forme un absceso en la encía; lo cual indica que debe de tratarse el nervio del diente.

- Acuérdese de visitar a su odontopediatra dos veces al año para la revisión de sus dientes, supervisión de crecimiento y desarrollo, posición de sus dientes, aplicación de selladores a las caras masticatorias de sus molares, limpieza y aplicación de fluoruro.

 

Por qué es tan importante cepillarse los dientes

Por que evita que los pedacitos de alimento se queden entre los dientes después de haber comido.

 

Por qué no se deben dejar los residuos de alimento en la boca

En casi todos lo alimentos hay azúcar -y sobre todo en dulces, postres y cosas semejantes- Después de comer, quedan restos de azúcar entre los dientes que se pueden convertir en ácido muy fuerte que destruye el esmalte del diente.


 

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